Suelo extenderme en los análisis. A veces demasiado. Intento trasladar todas las sensaciones que me he generado un título con todo lujo de detalle. Pero hay ocasiones, las menos, en las que el propio juego me lo pone complicado. Y suele ser por casos de su breve duración. Hoy estamos ante uno de estos casos en los que, por mucho que quiera, poco más os puedo decir. Acompañadme en este análisis de Deathomen para PC.

El juego está desarrollado por Jeff Winner, un solo-developer de Brasil que ya se ha prodigado en Steam con varios juegos de terror. En esta ocasión, al iniciarse el juego ya nos sale un aviso advirtiéndonos de que esta obra es el resultado de la expresión de una “mala época” que pasó el desarrollador.

Análisis de Deathomen: Una historia personal

En cuanto a la historia, poco podemos decir, la verdad. No hay un hilo argumental para tirar de él como lo conocemos. No hay una intro-nudo-desenlace a la que atenerse. Aún así si que vemos como nuestro personaje debe permanecer varias noches en una casa en la que ejerceremos una suerte de vigilante de seguridad. Realmente lo que nos quiere “contar” el juego tiene algo que ver con los límites de la cordura y como lo real no lo es tanto y que lo poco imaginable es muy capaz de suceder.

Así pues, en lo jugable nos espera una experiencia muy corta: a mi me duró 55 minutos pero hasta diría que se puede completar en menos tiempo. Bajo una vista en primera persona (la mejor y la más usual en el género de terror) exploraremos esta casa en la que claramente sabremos lo que hacer en cada momento.

Jugabilidad sencilla y entendible

Tendremos una base inicial que posteriormente nos otorgará más libertad de exploración. En una de las habitaciones tendremos un ordenador con el que consultar las 10 cámaras de TV instaladas en el inmueble. Repasarlas todas nos garantizará una serie de “puntos” que nos servirán para poder “comprar” 3 elementos clave para el devenir del juego: comida, linternas y pastillas.

Cada uno de estos 3 ítems serán básicos para sobrevivir. Especialmente la comida y las pastillas, puesto que tendremos momentos en los que aparecerá un indicador con una cuenta atrás y tendremos que poner remedia al hambre/dolor de cabeza con esos ítems.

Una ambientación con buenos sustos

En el tramo final del juego éste ya se centrará más en la exploración y en la resolución de algún pequeño puzle (sencillos y claros de resolver), dejando más libertad al jugador y no estando tan atado a esos momentos. En definitiva, estamos ante una jugabilidad muy sencilla en la que siempre sabremos lo que tenemos que hacer y no nos costará nada progresar.

Donde si que creo que el juego está más elaborado que en su parte jugable es en su ambientación y en su apartado audiovisual. Si bien en los gráficos cumplen con los estándares del género, he de decir que los jumpscares hicieron su efecto en mí y consiguieron asustarme. Nunca sabes cuando te puedes llevar un susto y la tensión se siente a lo largo de toda la aventura.

Análisis de Deathomen: Conclusiones

Así pues, y para concluir con este pequeño análisis, creo que el verdadero atractivo de este juego es, sin duda, su ambientación y sus sustos. En lo jugable no nos espera otra cosa que linealidad y algún pequeño puzle que resolver de manera muy fácil. Su corta duración tiene más de proyecto que de juego entero, pero no deja de ser atractivo si lo que buscas es que te asusten cuando menos te lo esperas.